30 de Octubre de 2017 9:45h
20 de Noviembre de 2017 11:45h
En la calle Pintor El Greco nº 4, en la Ciudad Universitaria, se encuentra uno de los edificios más espectaculares de Madrid. De perfil inconfundible visto desde lejos, de cerca impresiona. Por su forma, estructura y tamaño.
Proyectado para Centro de Restauraciones Artísticas, luego Instituto de Conservación y Restauración de Bienes Culturales y antiguo Instituto del Patrimonio Histórico Español, hoy es la sede del Instituto del Patrimonio Cultural de España. Obra de los arquitectos madrileños Fernando Higueras (1930-2008) y Antonio Miró (1931-2011), dos artistas que persiguieron crear nuevas formas dando vida al hormigón.
Las obras comenzaron en 1967. Dos años después Antonio López lo dibujó, a lápiz.
El 23 de noviembre de 1970 el famoso noticiero cinematográfico, el No-Do, nos lo mostraba.
Se destacaba la atención prestada al “problema de la iluminación” y se comentaban sus “lucernarios puntiagudos” que recogerían un máximo de horas de sol por los 40 y 60 “gajos” o elementos constructivos correspondientes al interior y exterior.
Se describía el proyecto como una “estructura ideada radialmente en torno a un claustro central de circulaciones lo suficientemente amplio para los distintos usos a que haya de adaptarse”.
El edificio estaba en avanzado estado de construcción, como muestran las imágenes. Pero por diversos motivos las obras se detuvieron, y no se reanudaron hasta trece años después, en 1983.
Finalizaron en 1988. Popularmente es conocido con el nombre de la “corona de espinas”.
Octubre 2014
Su planta es un círculo, con un radio de aproximadamente 40 metros, subdividido en 30 gajos, en el exterior cada uno de ellos dividido en dos, mostrándose 56, pues el espacio de cuatro de ellos está ocupado por la escalera de entrada.
La escultura junto a la puerta de acceso, que representa la figura de un hombre de tamaño natural, evidencia la monumentalidad del edificio.
Es obra de Francisco López Hernández, hermano de Julio López Hernández, compañeros de generación y amigos de Antonio López, Lucio Muñoz… Fernando
Higueras y Antonio Miró, entre otras casas creadas para artistas, construyeron la casa de Lucio Muñoz y Amalia Avia. Todos ellos habían nacido alrededor de 1930.
La totalidad del edificio muestra el hormigón armado visto, tanto en su exterior como interior, mediante anillos concéntricos que permiten la comunicación entre las diferentes zonas.
Son cuatro plantas circulares conectadas por escaleras y ascensores.
Calificado su estilo como arquitectura organicista, en alguna ocasión la singular construcción ha sido comparada de forma simbólica con una Catedral de reminiscencias góticas, destinada a la protección del Patrimonio Histórico y Artístico.
En 2001, siendo sede del Instituto de Patrimonio Histórico Español, el edificio fue declarado Bien de Interés Cultural en su categoría de Monumento.
Los mismos autores lo restauraron y rehabilitaron en 2002.
El actual Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) es un organismo dependiente del Ministerio de Educación y Cultura, dedicado a la investigación, conservación y restauración de los bienes que conforman nuestro Patrimonio Cultural
Además de sus labores de conservación y restauración, el IPCE ofrece una serie de valiosos servicios a investigadores, profesionales y a todos los ciudadanos interesados.
La Biblioteca, especializada en Patrimonio Histórico, es muy importante en su contenido y en su forma. Fue diseñada, incluyendo el mobiliario, por los propios arquitectos Higueras y Miró, ocupando el espacio circular bajo el cilindro de hormigón que soporta el patio central.
Las valiosísimas Planoteca y Fototeca, diversas Publicaciones… Previa petición, ofrecen visitas guiadas. Todo ello se puede consultar en su web.
Fuente: Arte en Madrid Comunidad de Madrid.
© Mercedes Gómez