16 de Enero de 2018 18:00h
17 de Enero de 2018 18:00h
Arquitecturas y plazas silenciosas, maniquíes humanizados, personajes mitológicos, naturalezas muertas y objetos descontextualizados en paisajes que evocan atmósfera de suspense. Una retrospectiva que muestra la evolución de la producción artística del gran maestro del arte metafísico, y uno de los artistas que más influyó el arte del siglo xx.
Obras que incluyen pinturas, esculturas, acuarelas y dibujos, representativas de los principales temas del artista y de su continua investigación técnica.
La obra de Giorgio de Chirico (Volos, 1888 – Roma, 1978) se caracteriza por una incesante investigación en diferentes planos: desde su periodo metafísico inicial, en la década de 1910, el trabajo por el que más se le conoce, en el que muestra su personal transformación del arte clásico mediante sus enigmáticas piazzas de arquitectura renacentista, pasando por los temas iconográficos de las décadas de 1920 y 1930, sus investigaciones técnicas sobre la pintura de los grandes maestros durante la década de 1940, hasta su periodo neometafísico entre 1968 y 1976.
Esta exposición recorre las principales fases creativas de Giorgio de Chirico y retrata la continua investigación de la idea artística, marcada por una constante búsqueda en el plano iconográfico y simbólico capaz de crear una continuidad de la tradición artística italiana en el arte. Este empeño de continuidad fue uno de los elementos que determinó su posición destacada en el arte internacional, sobre todo en su influencia en el movimiento surrealista y en otros grandes artistas y escritores de la primera mitad del siglo XX. La obra de Giorgio de Chirico (Volos, 1888 – Roma, 1978) se caracteriza por una incesante investigación en diferentes planos: desde su periodo metafísico inicial, en la década de 1910, el trabajo por el que más se le conoce, en el que muestra su personal transformación del arte clásico mediante sus enigmáticas piazzas de arquitectura renacentista, pasando por los temas iconográficos de las décadas de 1920 y 1930, sus investigaciones técnicas sobre la pintura de los grandes maestros durante la década de 1940, hasta su periodo neometafísico entre 1968 y 1976.
ESCULTURAS PICTÓRICAS
La exposición incluye las pocas esculturas realizadas por De Chirico a partir de 1940, en terracota y en bronce, con ediciones limitadas producidas posteriormente entre 1968 y 1970. A través de la escultura, De Chirico daba forma concreta a sus invenciones metafísicas, e inmortalidad al relato mitológico. El artista especificó: “Si una escultura es dura, no es una escultura. Una escultura tiene que ser suave y cálida; como tal, no solo tendrá toda la suavidad de la pintura, sino también todo su colorido. Una escultura bella siempre es pictórica.” En la muestra también se expone su escultura monumental El arqueólogo, de 1968, que constituye el punto de referencia central de toda la propuesta.
NO HAY ARTE SIN NARRACIÓN
La narración es un elemento fundamental en todos los temas de Giorgio de Chirico; es el elemento que alberga el tejido de la composición artística en su conjunto. Los mundos que De Chirico narra en su arte son mundos verosímiles, mundos que pueden ser investigados, rastreados y cuestionados, mundos en los que él mismo representa el papel de un oráculo escondido, ocultando su secreto mientras lo revela a través de todos los medios que su profunda y meditada cultura humanista pone a su disposición.
Fuente: Caixa Forum