Desde tiempos antiguos el ser humano ha mirado y observado el cielo. A veces buscando en la luna y el sol, otras, la respuesta a fenómenos como el cambio de las estaciones, la fuerza de las tormentas o la crecida de las aguas.
El cielo ha sido también morada de sus deidades, lugar al que dirigir sus plegarias pidiendo lluvia, viento para mover sus barcos o una razón para comprender su destino. Diferentes culturas, a lo largo y ancho del mundo, han trazado en el cielo historias de héroes y heroínas, leyendas y cuentos, dibujando en el cielo toda su mitología.
La astronomía, la física, las matemáticas, la religión han profundizado en el estudio del cielo, de una u otra manera. Pero de entre todas, el Arte, testigo silencioso de la Historia y sus cambios, ha dejado en cuadros y esculturas testimonios de estos cambios. Desde la defensa ptolemaica de la esfericidad de la Tierra a los descubrimientos de Galileo; de la Vía Láctea y sus descripciones al origen de la Luna; desde las puertas del tríptico del Jardín de las Delicias del Bosco a la Noche estrellada de Van Gogh.
Os invitamos a un viaje apasionante, donde arte y ciencia se unen, más allá de las estrellas.
Fuente: María Martín Sánchez; Imágenes: Museo del Prado.